Uno de los mayores enemigos de los opositores/as o cualquier estudiante es la distracción. Debemos luchar contra ella ya que de no hacerlo corremos el riesgo de perder horas, días y meses de estudio sin avanzar prácticamente nada. Debo aclarar que la distracción es un enemigo muy inteligente y que tiene muchos disfraces, es por ello que si no aplicamos un sistema siempre nos va a ganar la batalla.
El estudio de las oposiciones en general y las de justicia en particular requiere de muchos elementos, algunos externos, como por ejemplo tener tiempo y un buen material, pero otros internos, como por ejemplo la motivación (de la cuál hablaremos más adelante) la capacidad de esfuerzo, y otras; pues la distracción ataca directamente a estas últimas (esfuerzo y motivación).
Las distracciones pueden ser muy variadas, pero básicamente se dividen en:
INTERNAS
EXTERNAS
Dependen de uno mismo
Las obligaciones que como adultos tenemos, los problemas de todo tipo, fantasías de las cosas que estaríamos haciendo si no estuviésemos apostando nuestro tiempo en una oposición, etc.
Debemos, antes de acostarnos, tener muy claro lo que estudiaremos al día siguiente, para que nuestra mente se aparte de otros pensamientos, hay muchas técnicas de relajación que ayudan poner el foco mental, hay que fortalecer nuestra mente para que domine nuestros sentimientos.
Al levantarnos debemos poner en claro cada día sin excepción, nuestras motivaciones, por qué estamos haciendo el esfuerzo, apartar las ideas que asaltan nuestra mente, pero esto hay que hacerlo antes de empezar a estudiar, no cuando ya hemos empezado. Si sucede que la distracción ya nos ha asaltado durante el estudio, es mejor dejarlo y seguir al día siguiente ya que si no estamos concentrados podemos estar leyendo 2 horas la misma hoja y corremos el gran riesgo de desmotivarnos completamente.
Factores externos que no dependen de nuestra intervención
Básicamente tiene que ver con el lugar donde estamos estudiando, hasta el tick tack de un reloj puede hacer que nuestros pensamientos se disparen y vuelen lejos de las hojas que estamos leyendo.
Limpiar de posibles distracciones el lugar donde vamos a estudiar:
Aclaro que esto hay que adaptarlo a las posibilidades, claro está, que tengamos:
En la mesa no debe haber nada más que lo que vamos a estudiar ese día, debemos dejarlo preparado antes, y lo mejor hacerlo el día anterior cuando hemos terminado de estudiar.
Cuando entremos al sitio donde vamos a estudiar hacerlo directamente sin preliminares.
Ponernos objetivos de tiempo por materia o por carilla y respetarlo a rajatabla.
No tener en la pared posters ni cuadros que hagan que nuestra mirada se fije en ellos.
No tener pantallas cerca:
NO MÓVIL, NO TELEVISIÓN, y aunque muchos no compartan la idea: NO ORDENADOR, la materia que debemos estudiar debe ser en formato papel y debemos tenerla preparada desde el día anterior, muchas opositoras/es se distraen al encenderlo, luego revisan las redes sociales, etc, se pierde muchas veces hasta 2 horas al inicio del estudio y durante el mismo es un elemento de distracción brutal. Si tenemos que buscar información lo haremos el día anterior o durante la pausa que programaremos, pero tratemos de no tenerlo cerca.
Empezar a estudiar a la misma hora en lo posible.
Estudiar con un tiempo prefijado.
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